Rellenos de ácido hialurónico


¿Qué es el ácido hialurónico y para que sirve?

El ácido hialurónico es una de las palabras de moda en el campo de la medicina estética, aunque también es conocido por su uso en medicina para tratar la artritis o el dolor articular.

Es una sustancia que se produce de forma natural en muchos tejidos y órganos del cuerpo humano como la epidermis, tejido conjuntivo, cartílagos, líquido sinovial, ojos, etc.

Una de sus propiedades más importantes es su capacidad para atraer y retiene agua, haciendo que los tejidos se mantengan en bien hidratados y buen estado.

Sin embargo, sucede que, con el envejecimiento, su presencia en el cuerpo disminuye progresivamente y como consecuencia, la piel pierde hidratación, y con ello pierde elasticidad y firmeza, haciéndose más flácidos y produciendo así la aparición de arrugas.

 Esto sucede también en las articulaciones, por lo que el cartílago se vuelve más rígido y puede romperse, causando dolor con cada movimiento debido al roce directo entre los huesos.

 De hecho, cabe señalar que a los 50 años solo queda en el cuerpo el 50% del ácido hialurónico producido de forma natural.

Precisamente, por su capacidad de atraer y retener agua, se ha convertido en uno de los productos estrella y más valorados en la medicina estética, aunque hay que decir que también que se está utilizando en otros campos de la salud como terapias en medicina regenerativa, traumatológica, ortopedia y otras áreas de la medicina.

Muchos de los productos cosméticos del mercado actual contienen Ácido Hialurónico
que se obtiene de manera sintética. Su función es la de penetrar en la piel, mezclarse con el ácido hialurónico natural y así favorecer la producción de más cantidad de ah, además de favorecer la formación de colágeno.

La función de los cosmética, consiste esencialmente en mantener una buena hidratación de la piel, incluso en sus capas más profundas, para conservar su espesor, volumen y flexibilidad. 

Puede utilizarse para prevenir o retrasar la aparición de arrugas o para tratarlas en las primeras fases de su formación.

En la medicina estética, ha supuesto una auténtica revolución desde el tratamiento de las arrugas hasta la sustitución de toxina botulínica (Botox) en muchos casos.

Se ha demostrado clínicamente que el ácido hialurónico estimula y activa los fibroblastos cuando se inyecta por vía intradérmica, incluso en personas de edad avanzada, lo que significa que además de aportar mayor volumen a la piel, también se estimula la formación de colágeno.


Tipos de ácido hialurónico

Hay dos tipos principales de ácido hialurónico: ácido hialurónico reticulado y el ácido hialurónico no reticulado. Se utilizan para lograr diferentes resultados porque solo el ácido hialurónico reticulado tiene capacidad de dar volumen. Sin embargo, ambos tienen la misma capacidad de absorber agua y retener agua.

Ácido hialurónico reticulado

El ácido hialurónico reticulado inyectable generalmente se utiliza como material de relleno si lo que se desea agregar volumen a un área específica. Es un ácido hialurónico de alta densidad, consistencia y rigidez, lo que permite una mayor permanencia al paso del tiempo en nuestro cuerpo.

Existen diferentes densidades según la proyección que queramos conseguir y las características anatómicas concretas de la zona. Al igual que el ácido hialurónico no reticulado, también tiene una excelente capacidad de retención de agua.

Tiene forma de gel (denso), lo que le permite conservar su estabilidad durante un mayor período de tiempo (6 a 9 meses).


Las áreas de aplicación más comunes son:

  • Aumento o perfilado de labios con ácido hialurónico.
  •  Relleno de ojeras con ácido hialurónico para eliminar los huecos debajo de los ojos que se producen con la edad y fatiga.
  • Para rellenar y mejorar las arrugas estáticas y más profundas.
  • Como relleno de la zona de los pómulos, la cual donde primero se pierde la grasa con la edad.
  • Marcaje mandibular para la definición y afilamiento de los rasgos faciales y/o el mentón.

    Ácido hialurónico no reticulado

    Es un ácido hialurónico más ligero, que no aporta volumen. Se utiliza habitualmente para conseguir una hidratación profunda.
    Para intensificar y ampliar sus efectos, puede combinarse con otros productos como ciertas vitaminas y también suele utilizarse en mesoterapia facial o corporal.

    Existen combinaciones de diferentes densidades de ácido hialurónico, recuerda que a mayor densidad mayor volumen y durabilidad, por este motivo el precio de la jeringa, y por lo tanto del tratamiento depende del tipo de ácido hialurónico se utilice. Por ejemplo, el precio de relleno de ojeras en comparación con el tratamiento de aumento de labios con ácido hialurónico o rinomodelación llega a ser distinto en cada persona ya que el tipo específico de producto y cantidad necesaria no es la misma para todos los pacientes.

    Los principales usos
    del ácido hialurónico

    • Reduce las líneas profundas y depresiones del rostro.
    • Rellena la zona de los pómulos por flacidez y pérdida de grasa que le da un aspecto cansado al rostro.
    • Añade volumen a la zona de las mejillas.
    • Rellena el contorno alrededor de los ojos para disimular ojeras y depresiones en el párpado inferior.
    • Perfila la línea mandibular.
    • Aumenta el volumen de los labios.
    • Rejuvenece e hidrata manos, pies y escote.
    • Aplicación en área de la vagina para mejorar la sequedad vaginal.
    • Infiltraciones de ácido hialurónico de alta densidad en las articulaciones como rodillas o tobillos.

    Usos medicinales del ácido hialurónico

    Las particulares propiedades del ácido hialurónico han abierto un campo de aplicación cada vez más amplio en el tratamiento de diversas patologías. El primero de ellos se relaciona con el tratamiento de enfermedades articulares degenerativas como la osteoartritis.

     Esta sustancia se está introduciendo cada vez con mayor frecuencia con una doble finalidad: aliviar el dolor y una notable regeneración del cartílago, asi como para reponer el líquido sinovial perdido al realizar artroscopias. También se utiliza en el deporte de alto nivel para acelerar la recuperación de lesiones articulares (tobillos, rodillas, etc.).

    En odontología, se utiliza para mejorar la cicatrización y regeneración de las encías y mucosa oral y para el tratamiento quirúrgico de las disfunciones de la articulación temporomandibular. Otro uso inicial es para tratar la cistitis intersticial insertándolo en la vejiga. También se señala que puede ser útil para tratar problemas de la piel como la lipodistrofia, ya sea causada por terapias excesivas con esteroides o por tratamiento antirretroviral en personas infectadas por el VIH.

    En la piel actúa como agente hidratante y de soporte para que se mantenga con un aspecto joven.

    Gracias a su gran capacidad para atraer y retener agua, el ácido hialurónico es un componente clave para el buen funcionamiento de la piel y de muchos de nuestros tejidos.

    ¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE LAS INYECCIONES DE ÁCIDO HIALURÓNICO?

    • Rellena las zonas donde se ha perdido volumen.
    • La sustancia inyectada rellena las arrugas y surcos inmediatamente.
    • Es un procedimiento no quirúrgico e indoloro.
    • Su uso es absolutamente seguro siempre y cuando se aplicado por un médico profesional especializado.
    • El ácido hialurónico es absorbido naturalmente por el organismo.
    • Da una imagen homogénea y fresca en la cara.
    • Los resultados se generan inmediatamente .
    • Aporta hidratación a los labios y reduce las arrugas de la boca y labios.
    • Se puede realizar en cualquier momento.
    • Los efectos durán entre 9 y 18 meses
    • El costo es significativamente menor a la una cirugía estética

    ¿Hay riesgo de efectos secundarios después del procedimiento?

    Como en cualquier tratamiento médico, siempre pueden producirse efectos adversos y es importante que tanto pacientes como especialistas sepan de su existencia y sobre todo reconocerlos para poder actuar con rapidez y contener el daño.

    El riesgo más común y el que hay que evitar a toda costa es cuando el producto se inyecta una parte equivocada de la cara.

    Esto causa que el ácido hialurónico se atasque en los vasos sanguíneos que irrigan la cara, y se convierte en un bloqueo que provocará la muerte del tejido (necrosis) en partes de la nariz, los labios o en casos más severos incluso la ceguera.

    Para minimizar este riesgo, es importante realizar este procedimiento con profesionales que tengan mucha experiencia y años de formación y certificaciones.

    Eso no se aprende en un curso de fin de semana. Se necesitan años de estudio para comprender todas las variaciones anatómicas de la cara y dónde es probable que se ubiquen las venas y las arterias.

    Cada vez es más común que expertos en otras áreas que no tienen nada que ver con la medicina estética incursionen en este tipo de procedimientos por beneficio económico más allá del cuidado del paciente.

    Incluso ya existen personas qué sin ninguna formación en el área de la salud como cosmeatras o estilistas están realizando infiltraciones de ácido hialurónico de manera clandestina, engañando a los pacientes y poniendo en riesgo su salud

    Ha llegado a suceder que especialistas experimentados pueden cometer errores. Sin embargo, la gran diferencia es que estos saben cómo responder ante una situación de urgencia. Por ello la recomendación es SIEMPRE ACUDIR CON UN MÉDICO ESPECIALISTA en estos procedimientos

    En el remoto caso de que suceda una situación así, para minimizar el daño, es posible utilizar una enzima llamada hialuronidasa, la cual tiene la función de absorber el ácido hialurónico aplicado incorrectamente.

    Cabe recalcar, y es muy importante saber que este “antídoto” no se puede utilizar en todas las situaciones: hay pacientes que son alérgicos a la hialuronidasa y desarrollan reacciones graves.

    Además de los “tapones” de venas y arterias, existen otros riesgos de menores consecuencias como reacciones inflamatorias, caracterizadas por enrojecimiento e hinchazón, y la formación de nódulos o “bolitas” en el lugar de la inyección.

    Lo bueno de todo esto es que, dado que el producto es absorbido por el organismo, estos problemas suelen ser temporales, sobre todo si son atendidos debidamente y a tiempo

    Finalmente, uno de los riesgos que generalmente pasan desapercibidos el uso excesivo e indiscriminado de ácido hialurónico, ya que muchas veces por el hecho de “vender más”, los aplicadores no hacen un buen análisis de las necesidades de los pacientes y los resultados estéticos suelen ser malos.

    Hay casos en los que se inyectan de mucho más de lo que necesitan de ácido hialurónico y se ven cambios impresionantes, sin embargo, esto puede afectar el movimiento de la cara y la persona ya no tiene una sonrisa o expresión natural. Hay que encontrar un equilibrio para que la persona se sienta cómoda y pueda reconocer su propio rostro en el espejo.